viernes, 24 de junio de 2011

El Espectáculo de la Naturaleza


Siguió al chimpancé hasta un hermoso jardín rodeado de árboles. El simio subió a la copa de uno de ellos quedó mirando al explorador. Luego de un largo chillido, cientos de chimpancés ocultos en lo alto de ese bosque que circunscribía el jardín se peleaban por ocupar los troncos más grandes. Los chillidos eran tan agudos que asordaban al hombre que ya empezaba a sentir terror. Sin embargo, en medio de la lucha, parecía que ningún primate notaba su presencia. La pelea terminó y los simios quedaron quietos, los más grandes ocupaban los troncos más fuertes y cercanos al nivel del piso. Los más chicos y heridos se balanceaban en los troncos más altos. Con una concentración casi humana, los chimpancés observaron al explorador y el leopardo que desde atrás se le acercaba sin que éste se diera cuenta.

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