miércoles, 23 de octubre de 2013

Salpicón de Ñaño


Los transeúntes andaban por la calle frente al edificio. Nadie esperaba que cayera desde tan alto y todos soltaron un sonoro alarido cuando sucedió. Cayó sobre la cabeza de un canillita y salpicó a la gente a un radio de cinco metros. Fue horrible. Los niños pequeños no piensan cuando están en el balcón de un duodécimo piso. No les importa nada, ni siquiera la vida. Sólo sacan sus penes y empiezan a orinar a la calle.


(Mil disculpas por no postear el día de ayer)

Alfabetismo


Benjamín no leía nada desde hacía dos días. Sacó el libro y la mesa se desniveló. Con ella, se fue al piso todo el desayuno. Era lo primero que comía su familia en dos días.

martes, 12 de julio de 2011

Parachoques


Dominado por la ira, Zúñiga se abalanzó contra Burgos y empezó a golpearlo. Ya no le importaba que fuera más grande. Sólo quería dañarlo de algún modo y acabar, aunque sea por un momento, del abuso. Zúñiga sentía dolor en sus propios golpes, sus nudillos latían y parecían romperse. Estaba agotado al terminar su ataque. Nunca había sentido tanto alivio en su vida. Ahí frente a su contrincante, el gigantón Burgos, Zúñiga esperó recibir el primer golpe que, de hecho, lo iba a descalabrar.

lunes, 11 de julio de 2011

El Verano Interminable


Los chicos no paraban de pelear por el control hasta que el mayor frenó el asunto de un controlazo en la boca a su hermano. Trató de aliviar el llanto diciéndole que lo quería y que podía ver lo que sea. Ella no oyó el llanto de su pequeño a pesar de que fue muy fuerte. Los gritos en la cocina eran mucho mayores. Él pensaba en llorar ante su jefe. Perdón, él pensaba en llorar ante su ex jefe. Los bebes callaron al oír a sus padres subir las escaleras. El pequeño ocultó la herida de su boca con la almohada. En el baño, ella secó sus lágrimas. Él arrojó el cigarro por la ventana. Y por la media hora que duró el episodio de “Tres son Multitud” en el que el dueño del edificio piensa que Suzanne Sommers está enamorada de él, todo fue como se había planeado siete años antes.

jueves, 30 de junio de 2011

El Corto Tramo Entre la Puerta y la Pista


Arnaldo estaba en la puerta de la casa observando a su hijo nervioso. Era inevitable pero, por ninguna razón, quería que su hijo se vaya en ese momento. Parte de él quería que el muchacho mande todo al diablo y se quede o, aunque sea, permanezca cerca unos días más. Guillermo volteó a ver su padre y a Doña Teresa, que recién se asomaba por la puerta con la única maleta que llevaría el muchacho. Se acercó a ellos los abrazó y los besó. Nunca había besado a Doña Teresa y a su padre no lo besaba desde niño. No pensó en ello.

martes, 28 de junio de 2011

Dos a la Infinita Potencia


La pasión los había llevado al momento más vertiginoso de la noche. Atrás quedó la lentitud del primer abrazo en el cine a las ocho de la noche. El primer beso en el parque a las diez y diez. Las manos tomando la forma de sus músculos bajo la piel a la diez y cincuenta. La lengua bajando por el cuello en el asiento posterior del taxi a las once y cinco. Por fin, a las once y cuarto, la velocidad les desgarró la piel. Los huesos chocaron. Devoraron sus corazones pero ninguno murió. Por el contrario, vivieron para siempre.

Fuego Controlado


Era la primera vez que alguien gritaba “tierra a la vista” desde un submarino sumergido. El millonario excéntrico que había pagado la expedición insistió en estar presente al momento de la perforación. Ninguno de los científicos presentes dudaba que la perforación de la corteza terrestre era una tarea inútil y estúpida. No importaba, el millonario pagaba bien y se podían reír de él a sus espaldas. Durante tres horas perforaron la dura capa de piedra que sirve de base a la Fosa Challenger, sobre las Islas Marianas y sólo habían encontrado más tierra. Cuando empezaron con la segunda broca, un demonio se asustó. Nunca antes había visto caer una gota de agua del techo del infierno.