martes, 28 de junio de 2011

Fuego Controlado


Era la primera vez que alguien gritaba “tierra a la vista” desde un submarino sumergido. El millonario excéntrico que había pagado la expedición insistió en estar presente al momento de la perforación. Ninguno de los científicos presentes dudaba que la perforación de la corteza terrestre era una tarea inútil y estúpida. No importaba, el millonario pagaba bien y se podían reír de él a sus espaldas. Durante tres horas perforaron la dura capa de piedra que sirve de base a la Fosa Challenger, sobre las Islas Marianas y sólo habían encontrado más tierra. Cuando empezaron con la segunda broca, un demonio se asustó. Nunca antes había visto caer una gota de agua del techo del infierno.

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