Dios quería ir a la Tierra para poder ver a sus creaciones de cerca. Tenía todo listo menos su forma humana. Pensó que si los hombres veían su aspecto real, se volverían locos. No podía tener apariencia oriental, porque no quería darle la razón de nada a Buda. El tipo judío fue descartado de plano, era lo que se esperarían los judíos y todos los cristianos. Ni hablar de parecerse a Jesús, no tanto por el hecho de que todos dicen que es su hijo, sino porque el pelo largo y la barba le parecían muy poco higiénicos para el calor que hace en estos tiempos de calentamiento global. Además, estaba en desacuerdo de la imagen idealista que usaban de Jesucristo en las imágenes y en las películas. Por eso también descartó ser atractivo. Pensaba que los modelos de las revistas y las pantallas eran reales pero jamás representarían a un pequeño porcentaje de las persona. No entendía por qué las personas buscaban ser como ellos. Dios decidió quedarse donde estaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario