lunes, 18 de abril de 2011

Padre e Igor

Un día después del incidente, Igor empezó a comerse a su padre. Arrancaba nuevos trozos de los muslos con su navaja suiza y los masticaba lentamente. No los cocinaba, sólo los descongelaba el fuego. En ningún momento sintió náuseas. Sólo pensaba en todos los momentos que había pasado con su padre y en lo que aprendió de él en tantas visitas al bosque. Igor llegó a su casa sin daños de ningún tipo. Todo el mundo se alegró de verlo y cuando le preguntaban por su padre, les contaba cómo había muerto de manera terrible atacado por lobos. Eso fue cinco días después del incidente en el que, en medio del bosque, Igor clavó su navaja suiza en la yugular de su padre para después comérselo con gusto.

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