Había sido un día agitado para los agentes Pedro Méndez y David Bohórquez. Un operativo antidrogas que terminó en balacera y con cuatro microcomercializadores encerrados. Una persecución por la Vía Expresa para agarrar a dos marcas que se terminaron estrellando contra la columna de un puente. Un desalojo contra ambulantes que se pusieron violentos. Al final de la tarde, parados en a Costa Verde, los dos agentes se dieron un beso de dos minutos y regresaron a sus casas con la ilusión de verse de nuevo al día siguiente.
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