miércoles, 25 de mayo de 2011

Fascinante pero Cruel


El encargado de dar las malas noticias miraba su guión y no lo podía creer. Todos en la radioemisora estaban asustados. Algunas mujeres, las más viejas, lloraban. El locutor miraba al tembloroso muchacho de los controles. La mitad de los trabajadores de la oficina tenía sus cosas en cajas. Mientras daba el anuncio, un hombre pasó por la ventana, seguido de un golpe seco y la alarma de un auto. Esa tarde, el encargado de dar las malas noticias fue adorado por la mayoría del público. Los veinticinco años de dictadura se habían terminado.

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